Intuitivamente, al trabajar en ella me vino la imagen del Ermitaño del tarot. De alguna manera nos muestra el camino a través del conocimiento y la iluminación divina.
La varita mide 31 cm. (12") y tiene un total de 6 gemas. Según la numerología, el número seis tiene como misión encontrar a Dios dentro de uno mismo, se trata de un número que debe crecer espiritualmente pues viene a desarrollar la fe y seguir un camino espiritual y compartirlo. Es la Afirmación del Cristo Interno y la Suprema Negación de la parte oscura que le mantiene en la ignorancia y el sufrimiento.
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En su base hay incrustada una pequeña gema triangular de Lapislázuli, que actúa sobre el chakra del entrecejo desbloqueando las emociones, liberando la intuición y ayudando a la conciencia a alcanzar su propio poder. El número 3 -por ser una piedra triangular- representa todas las posibilidades para materializar algo (el Uno crea al Dos, el Dos crea al Tres y el Tres a todo lo que existe) El 3 permite la realización de nuestros anhelos, pone las bases y crea condiciones favorables para el triunfo.
En el cuerpo de la varita hay:
2 Agatas azules, que proporcionan serenidad y aumentan la perseverancia, la intuición y la percepción.
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1 Citrino, para proporcionar equilibrio y fuerza de voluntad. Su energía dorada estimula el sistema físico como si proviniera de los rayos del sol. Da calor, confort, energía y entusiasmo de vivir, y estimula la actividad intelectual favoreciendo las decisiones inteligentes y rápidas. Es la piedra que está bajo el signo de la sabiduría y el júbilo.
La varita se entrega dentro de una bolsa de protección de terciopelo o raso, de la cual sólo se sacará para trabajar. No es un objeto decorativo y no debe, por tanto, ser tocado por quienes no trabajen con ella. Se entrega totalmente limpia y viva para empezar a trabajar de inmediato, y se acompaña de una documentación donde se explica perfectamente cómo trabajar con ella.
Si desea conocer más, visite el siguiente enlace: Varita mágica de Romero.
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