“Dios es un Círculo que tiene su centro en todas partes, y cuya circunferencia no está en ninguna”
Hermes Trismegisto
Hermes Trismegisto
Un círculo
se cierra sobre sí mismo, y por ello representa la unidad, lo absoluto,
la perfección. Es símbolo del cielo en relación a la tierra, de lo
espiritual en relación a lo material. Por ello se le relaciona con la protección y, así, tenemos los círculos mágicos, los anillos de poder,
las coronas reales o los cinturones que nos hacen invisibles.
Si bien el círculo representa el cielo, lo celestial, Dios o el Alma, se usa en lo terrenal como representación de la perfección de Dios en la tierra, de su manifestación arquetípica en la materia.
Y por ello hemos elegido esta forma circular para nuestros armonizadores. Se puede decir que no son piezas decorativas simplemente, pues realizan una función aparte de mostrar su propia belleza.
Los puedes colocar colgados en lugares estratégicos de tu hogar como el recibidor, el salón, la terraza, el jardín o los dormitorios (en estos últimos van muy bien para tener un buen descanso y un sueño tranquilo).
Los realizamos con materiales naturales nobles. Los aros circulares son de madera de olivo, y las piedras son gemas, a veces en canto rodado, de distintas clases, como: cuarzo rosa, amatista, ópalo, piedra del sol, etc. Cada piedra tiene su propia vibración y el armonizador se entrega energéticamente limpio, cargado y programado, listo para trabajar y lucir.
Vas a notar una diferencia si tienes un armonizador irradiando su energía en tu hogar y equilibrando tu espacio.
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