sábado, 20 de abril de 2013

El Hipérico (Hypericum perforatum L.)




VIRTUDES.
Las virtudes atribuídas al hipérico son innumerables, destacando entre las plantas vulnerarias, por cuya razón su principal uso es mundificar y consolidar las heridas y ulceraciones, sean internas o externas, por eso la llaman hierba militar. Aplicado al exterior activa la circulación de la sangre, favoreciendo cierto estado de congestión en los órganos tratados. En el tratamiento de las quemaduras disminuye los síntomas dolorosos por ejercer cierta anestesia local ligera, modera las reacciones inflamatorias, protege los tejidos lesionados sin comprometer su vitalidad, y favorece la regeneración del revestimiento epidérmico. Todo ello parece relacionarse con los antibióticos que se localizan en los frutos del hipérico.

USO.
Tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes siendo un excelente regenerador de tejidos. Es muy efectivo para tratar dolores musculares y articulares, lumbalgias, golpes, cortes, heridas, quemaduras (de sol, fuego, cocina), irritaciones de la piel (eritemas), escoceduras (muy efectivo para los bebés), llagas de los ancianos y personas encamadas, dolores de oídos.
Precaución: el aceite de Hipérico es fotosensibilizante, por lo que no debe aplicarse nunca para después exponer la zona de aplicación al sol, ya que podría producir una reacción severa en la piel.
Guardar en un lugar al abrigo de la luz para que el aceite no pierda sus propiedades.

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