VIRTUDES.
Las virtudes
atribuídas al hipérico son innumerables, destacando entre las plantas
vulnerarias, por cuya razón su principal uso es mundificar y consolidar las
heridas y ulceraciones, sean internas o externas, por eso la llaman hierba militar. Aplicado al exterior
activa la circulación de la sangre, favoreciendo cierto estado de congestión en
los órganos tratados. En el tratamiento de las quemaduras disminuye los
síntomas dolorosos por ejercer cierta anestesia local ligera, modera las
reacciones inflamatorias, protege los tejidos lesionados sin comprometer su
vitalidad, y favorece la regeneración del revestimiento epidérmico. Todo ello
parece relacionarse con los antibióticos que se localizan en los frutos del
hipérico.
USO.
Tiene propiedades antiinflamatorias y
cicatrizantes siendo un excelente regenerador de tejidos. Es muy efectivo para
tratar dolores musculares y articulares, lumbalgias, golpes, cortes, heridas,
quemaduras (de sol, fuego, cocina), irritaciones de la piel (eritemas),
escoceduras (muy efectivo para los bebés), llagas de los ancianos y personas encamadas, dolores de oídos.
Precaución: el aceite de Hipérico es
fotosensibilizante, por lo que no debe aplicarse nunca para después exponer la
zona de aplicación al sol, ya que podría producir una reacción severa en la
piel.
Guardar en
un lugar al abrigo de la luz para que el aceite no pierda sus propiedades.
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